La propuesta se basa en una operación muy sencilla: apostar por la seriación y repetición de un módulo, en este caso el arco, para resolver la totalidad de la fachada del edificio y liberar el espacio interior de manera que sea capaz de albergar una gran variedad de actividades. La seriación garantiza que este módulo tendrá un nivel de desarrollo y optimización máximo, lo que facilitará su producción y montaje, revirtiendo en el coste total del proyecto. Así, la propuesta no es sólo la definición del edificio último sino, especialmente, un proyecto que desarrolla un sistema constructivo válido para este u otro edificio, convirtiendo al diseño de la pieza mínima de ese sistema en un proyecto dentro de otro.