Al hilo de la ocupación masiva que suelen hacer los ayuntamientos de los espacios públicos con concesiones privadas hemos comprobado si esto también ocurre en nuestra ciudad estudiando el caso de su plaza más conocida, la Plaza del Arenal.
Hemos pasado esta mañana y podemos que ver la acumulación de concesiones privadas hacen que transitar por la plaza se convierta en una carrera de obstáculos con recorridos poco intuitivos y complicados.
Es normal que una plaza cuente con terrazas donde disfrutar de nuestro clima tomando una cerveza, lo que parece menos lógico es que estas empiecen a invadirlo todo o que se instalen edificaciones efímeras y fuentes desproporcionadas.
Las plazas deben ser el centro de la vida urbana, espacios donde las actividades de interés general deben ponderarse con otras de interés privado.
Sin duda es importante una buena gestión ciudadana de los usos en los espacios públicos para añadir cierta mesura en todo esto, también para evitar que las concesiones se les vaya de las manos a los ayuntamientos, que en estos casos hacen simplemente un uso mercantilista del espacio público.